MONTERREY, N.L. (apro).- Para ingresar al Penal de Topo Chico hay que cruzar ocho filtros de acero. En algunos casos son rejas, en otras planchas, todas pintadas de gris. Las barreras se encuentran dentro de un área laberíntica de aproximadamente 50 metros cuadrados.
Medio centenar de custodios, algunos armados con rifles y escopetas, se ocupan de controlar el ingreso desde que el visitante pone un pie en el interior de la prisión.
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