CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Luego de horas de negociaciones y protestas callejeras, la defensa del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó tiempo para que no fuera detenido este viernes y pueda asistir mañana a la misa en homenaje de su fallecida esposa, Marisa Letizia Rocco.
El exmandatario, quien pretendía contender en las elecciones presidenciales de octubre próximo, logró alargar por unas horas su reclusión. Al término de la misa de este sábado 7 se entregaría a la justicia brasileña, según dio a conocer el senador Roberto Requiao, del ala nacionalista del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), quien esta tarde se encontraba con Lula en el Sindicato de Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, Gran San Pablo.
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