OAXACA, Oax. (apro).- El ruido de las sirenas de ambulancias y patrullas parece adelantar un mal presagio a pocas horas de que Alejandro Murat Hinojosa tome posesión como gobernador de Oaxaca.
Y es que, mientras Gabino Cué deja un estado paralizado, en la ingobernabilidad y con una crispación social preocupante, al hijo del exgobernador José Murat Casab no le será fácil gobernar con los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE).
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí