Mancera deja una ciudad herida y el duro escozor del mal gobierno

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Fracasada su aspiración presidencial –ahora pretende el Senado por la vía plurinominal del PAN– y con la repulsa popular a cuestas que le reclama el tiradero que tiene en la Ciudad de México, la cual gobierna bajo el cobijo del PRD, Miguel Ángel Mancera está dispuesto a renunciar en los próximos días a la Jefatura de Gobierno para, dice, “enfocarse en la construcción de un gobierno de coalición”.
Quien también fue procurador general de Justicia de la capital del país en la Jefatura de Gobierno de Marcelo Ebrard, abandonará las riendas de la ciudad y los trabajos de reconstrucción –cuestionados por el presunto uso político de ocho mil 792 millones de pesos– después del sismo del 19 de septiembre del año pasado que dejó un saldo de 228 muertos y cinco mil 765 viviendas afectadas.


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