Arturo Rodríguez García
MEXICO, DF, 2 de julio (proceso).- Cobijado por una ley electoral laxa que prohíbe la promoción gubernamental durante las campañas pero deja inmune al Presidente de la República en caso de que incurra en ella, Felipe Calderón reincidió en promover a su partido y a su candidata, difundir indicadores de su gestión y, ya sin recato, involucrarse en el debate entre candidatos a sucederlo para descalificar al de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
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