Manzanero, el número uno

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Tenía todo en contra y alcanzó la cumbre.

Contaba con 33 años de edad en 1967, cuando los galanes musicales en la radio, cine y televisión mexicana eran intérpretes más jóvenes que él, chaparro, carente de una gran voz y lo peor: Armando Manzanero no era “blanquito” ni “guapo” (como los ídolos del rocanrol Enrique Guzmán, Alberto Vázquez o César Costa), sino un indígena maya de Yucatán.



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