CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La simulación del régimen hegemónico resistió hasta los años noventa, cuando debió ceder espacios a los partidos de oposición al PRI, que hasta entonces, como partido único, daba cabida a distintas corrientes. La apertura en realidad fue una migración que terminaría configurando el mismo modelo hegemónico, ampliado y con diversidad de siglas, de lo que suele llamarse izquierda y derecha. El modelo, superado hasta cierto punto, ahora se amplía en la vía “independiente”.
Lo resultante es que, en la aparente multiplicación de opciones, se mantiene el poder en el mismo puñado de familias y grupos con ejemplos locales muy claros y vigentes: los Yunes de Veracruz o los Joaquín de Quintana Roo, por ejemplo.
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