CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de dos años de pepenar la impartición de justicia por el feminicidio de su hija Rubí, Marisela Escobedo fue asesinada frente al palacio de gobierno de Chihuahua, el 16 de diciembre de 2010. Hoy se cumplen 10 años de impunidad y se sigue exigiendo justicia.
En conferencia de prensa virtual, este miércoles, Jessica Fraire Escobedo compartió uno de los últimos mensajes que su madre, Marisela, le envió antes de ser ultimada: “que ya iban a ir por él, que ya se iba a acabar esto, dijo ella refiriéndose al asesino de mi hermana. Ella hasta el último momento creyó que le iban a hacer justicia, creyó en las autoridades, en el gobierno mexicano, en el mismo gobierno que ayudó para que la asesinaran”.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí