XALAPA, Ver. (proceso)- Javier Duarte inicia su último año de gestión inmerso en una ola de violencia expansiva: el lunes 11, policías estatales levantaron a cinco jóvenes en Tierra Blanca y cuatro días después fueron localizadas dos fosas –una en Emiliano Zapata y otra en Maltrata– con osamentas de 15 personas.
Desde que llegó a la gubernatura, el 1 de diciembre de 2010, el gobernador priista no ha podido dar seguridad a los veracruzanos; menos aún frenar a los cárteles de la droga que se disputan el territorio desde hace años y mantienen a la población en la zozobra.
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