CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La historia vuelve a recorrer el mismo trayecto de hace 50 años, pero el silencio es menos duro y solemne que aquel 13 de septiembre de 1968. Los jóvenes de los CCHs, de las facultades de la UNAM y de decenas de universidades solidarias marchan con consignas de “¡Justicia!” para los 43 estudiantes de Ayotzinapa, contra la impunidad por los feminicidios y el clamor unánime: “Fuera porros de la UNAM”.
Alegres, los ceceacheros corean en la Glorieta del Angel: “El que no brinque es porro, el que no brinque es porro”. Y los más politizados advierten: “la educación se defiende en la calle y en el aula”.
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