MEXICALI, BC (proceso).- “La gente manda”, rezaba el lema de Francisco Kiko Vega de Lamadrid durante su campaña en 2013. Ahora, y en menos de un mes, el sexto gobernador panista de Baja California –desde Ernesto Ruffo en 1989– ha visto que su frase publicitaria es usada en las redes sociales para convocar a las marchas que demandan su renuncia y está a punto de terminar su periodo como lo hizo hace tres décadas el último mandatario priista en la entidad, Xicoténcatl Leyva: en el descrédito.
El ciclo de los gobiernos panistas en Baja California se agotó en medio de acusaciones de corrupción, negocios turbios con el agua y una planta de desechos peligrosos, ineficacia e indolencia de Kiko Vega, señalado públicamente de tener vínculos con grandes negocios inmobiliarios y dejar al estado fronterizo en bancarrota.
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