México, bajo una monarquía delictiva

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En México reina y gobierna la impunidad. Lo mismo se mata a periodistas, a un centenar de candidatos en pleno proceso electoral, a un jefe del narcotráfico en cuanto entra a una “prisión de máxima seguridad”, que se roba el dinero público a puños o se vulnera su sistema bancario sin que haya responsables.

Todo es posible, en buena parte resultado del comportamiento de las élites políticas y económicas. Son muchos los políticos los que comenzaron protegiendo a la delincuencia organizada y terminaron siendo parte de ella. Y muchas las riquezas construidas sobre delitos, incluidas aquellas hechas a nombre del combate a la delincuencia.



Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí