CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Sudán, el último rinoceronte blanco del norte macho que quedaba en el mundo, consiguió sobrevivir en los años 70 a la extinción de su especie, pero ayer, tras agravarse la enfermedad que sufría desde hace varias semanas, tuvo que ser sacrificado.
“Sudán será recordado por su memorable e inusual vida”, señaló este martes la reserva natural keniana de Ol Pejeta, donde vivía desde 2009.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí