México en venta: el patrimonio de la discordia

PARÍS, 30 de marzo (proceso).- “El lote número 137, cultura Chupícuaro, origen México, iniciamos la puja a 1 millón 200 mil euros señores””, suelta el martillero de la subasta, ubicado detrás de un atril de madera que domina la gran sala de venta de la sucursal de Sotheby”s en esta ciudad. La estrella de la noche esta aquí, a unos metros del martillero, bajo una protección de vidrio, sus ojos risueños mirando frente a ella los centenares de curiosos y compradores que van a empezar la puja. Se trata de una Venus Calipigia, una estatuilla de 71 centímetros de altura, nacida hace más de 23 siglos al occidente del Altiplano Central, en las lomas cercanas al Río Lerma y su afluente, el río Tigre, en el actual estado de Guanajuato.
Con sus formas angulosas y sus motivos geométricos color crema y rojo, es muy representativa de la cultura chupícuaro, al igual que una de sus hermanas, una pequeña Venus Calipigia de 30 centímetros, emblema y logo del Musée du Quai Branly, el museo parisino dedicado a las culturas no occidentales. Pero la semana pasada, nuestra Venus Chupícuaro, la más alta conocida hasta ahora, no era nada más que un objeto de arte en venta, a solamente unos metros del Eliseo, el palacio presidencial francés. Aquel día, la flor y nata de la capital francesa acudió para verla: coleccionistas, jefes de empresa, apasionados de arte, arqueólogos, o simples curiosos”y todos se callaron cuando llegó su turno.


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