BOGOTÁ (proceso).- La presencia de los cárteles mexicanos en Colombia es un fenómeno tan presente y en ascenso que el tema se convirtió –por sus implicaciones sociales, económicas y en materia de seguridad– en motivo de interés de sectores académicos especializados en crimen trasnacional organizado, en relaciones internacionales y en geopolítica.
Lo que nadie había hecho, hasta ahora, es dedicar una tesis de posgrado a analizar el impacto que tienen grupos criminales, como el Cártel de Sinaloa o el Cártel de Jalisco Nueva Generación, en el posconflicto colombiano –como se conoce a la etapa que siguió a la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, en 2016– y en la implementación de ese pacto que puso fin a una guerra interna de 52 años.
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