WASHINGTON, 4 de junio (proceso).- Rostros como el de Elirio Lara López, desaparecido el 1 de enero de 1980, o el de Amelida Sigüenza, cuyo rastro se perdió en enero de 1986, aparecen en viejas fotografías que la Asociación Pro-Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos colocó en su sitio en internet.
El drama de los niños que desaparecieron durante la guerra civil en El Salvador afecta todavía a centenares de personas. Se trata de menores que fueron capturados en enfrentamientos entre militares y la guerrilla de ese país centroamericano o después de masacres perpetradas por sus fuerzas armadas. Esos niños crecieron en el seno de familias adoptivas, y en la mayoría de los casos, sin conocimiento de sus orígenes o identidad.
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