SAN MARCOS.- En este municipio, aparentemente tranquilo, se vive con miedo. Bastan unos minutos en el centro para sentirse vigilado por los “halcones” que se apostan en las esquinas o circulan en motos, con el celular en la mano para pasar de inmediato su informe, mientras los policías contemplan sus movimientos y los del visitante desde la entrada de la comandancia.
Se ven pocos transeúntes en las calles empedradas; quienes se atreven lo hacen con prisa, como si huyeran. Esto se comprende porque en un lapso de 21 días una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) levantó a dos ajustadores de una aseguradora, la Fiscalía General del Estado (FGE) realizó un operativo y policías de la Fuerza Única balearon al párroco Jesús Gabriel Flores Villegas, quien llegó el pasado 19 de abril.
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