MONTERREY, NL., 23 de mayo (proceso).- El gobernador priista de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, enfrenta acusaciones públicas de enriquecimiento ilícito y corrupción, delitos presuntamente cometidos en contubernio con su padre, Humberto Medina Ainslie. Tras haberle permitido a sus colaboradores numerosos actos de deshonestidad, el mandatario estatal parece haber caído en desgracia en el último año de su gestión.
Se descubrió recientemente que compró una casa cuyo valor supera la suma de sus ingresos como gobernador. A su padre, sus hermanos y a Adrián de la Garza – exprocurador estatal y actual candidato a la alcaldía regiomontana– se les acusa de engañar a ejidatarios para adquirir terrenos de manera ilícita, haciendo uso de
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