SAN PEDRO EL ALTO, Oax.– El llanto persistente de Itzayani y las lágrimas de doña Juana rasgaron el silencio casi sepulcral de este rincón de la montaña, tierra de destierro en la región Sierra Sur del estado.
En el inicio de 2025, declarado por la presidenta Claudia Sheinbaum Año de la Mujer Indígena, la niña zapoteca Itzayani Cruz Zárate cumplió tres meses; nació en el desplazamiento forzado de sus padres. Ella y sus otros dos hermanitos no tienen un techo seguro donde dormir.
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