CIUDAD DE MEXICO (apro).- El presidente estadunidense Barack Obama celebró hoy con la banda mexicana Maná su última fiesta por el 5 de Mayo en la Casa Blanca, en la que reconoció estar “frustrado” por no haber logrado una reforma migratoria y pidió luchar por ello con una “participación histórica” en las elecciones de noviembre próximo.
La fiesta que conmemora la Batalla de Puebla de 1862 motiva desde hace años una recepción anual en la Casa Blanca, y Obama quiso despedirse de la tradición al ritmo de Maná, que tocó siete de sus grandes éxitos ante decenas de personas que bebían margaritas en la Sala Este de la residencia presidencial.
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