BUZÓN DE APÓCRIFOS / CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Pues sí, mi admirado John M. Coetzee, le asiste toda la razón cuando, en consecuencia de los promocionales de su último libro, se recuerda a sus lectores es uno de los integrantes del creciente número de los que proclaman y sostienen que los animales tienen alma… afirmando con ello lo que Zoroastro aseguró hace tres mil quinientos años.
Este profeta y fundador del mazdeísmo, consideraba que los animales tenían alma, por lo que entendían y sufrían lo mismo que los humanos. Dentro de la filosofía y cultura de la Grecia clásica, también se creía que los diferentes tipos de organismos igualmente la poseían, por lo que hablaban del alma del vegetal, de la del animal y la del hombre, elemento que desempeñaba funciones específicas en cada uno de ellos.
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