CIUDAD DE MÉXICO (apro).- No tengo la menor duda sobre el trabajo comprometido con el interés público de la ministra Olga Sánchez Cordero a su paso por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Lo vimos todos. Me sorprende, empero, su desconocimiento de las reglas básicas de la Constitución y la ley en materia electoral que debió haber revisado tanto ella como el equipo de abogados de Morena al incorporarla a la lista de candidatos plurinominales al Senado de la República.
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