OMAR CHÁVEZ: HACIA LA REDENCIÓN

CULIACÁN, Sin., 21 de enero (proceso).- Apasionado por las discotecas, los antros y las mujeres, Omar Chávez Carrasco acostumbra pasearse por las calles de esta ciudad con un grupo de amigos en su flamante auto deportivo con música de banda a todo volumen.
Este joven pugilista, hijo de Julio César Chávez, no conoce de penurias ni privaciones. “Mi apá nos compraba todos los juguetes que quisiéramos. En Navidad todo el primer piso de una casa grandísima estaba repleto de regalos. Nos regalaba toda una juguetería”, recuerda.


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