MÉXICO, D.F., 29 de junio (apro).- En víspera del aniversario de la masacre de 22 personas en Tlatlaya, perpetrada por militares el 30 de junio de 2014, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a través de su vocera Cécile Pouilly, urgió al gobierno mexicano a ampliar sus investigaciones e incluir a las autoridades civiles y militares que podrían tener responsabilidades.
Retomando los datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Pouilly recordó desde Ginebra que “al menos 12 de las muertes fueron ejecuciones extrajudiciales” y que “tres mujeres que presenciaron los hechos también han alegado haber sufrido violaciones de derechos humanos, incluyendo detención arbitraria y torturas”.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí