A diferencia de 2019, el jueves 5 el gobierno federal recapturó en Culiacán a Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán. Las fuerzas federales lograron sacarlo de Sinaloa y llevarlo a El Altiplano, de donde su padre se fugó en 2015. Pero al igual que en el operativo de hace casi cuatro años, conocido como el Culiacanazo, el Cártel de Sinaloa demostró en minutos que, vía actos violentos y de terrorismo, puede imponer de facto un estado de sitio. Durante al menos 10 horas la población, sobre todo de Culiacán, no pudo salir a la calle o se quedó atrapada cerca de los enfrentamientos. Incluso, en el aeropuerto local un vuelo de Aeroméxico fue atacado a balazos.
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