CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En una carta, Osama Bin Laden, el fundador de Al Qaeda, especificó cómo se debían repartir, tras su muerte, sus al menos 29 millones de dólares en fondos y posesiones, pidiendo que la mayoría de ello se destinara a seguir con la guerra santa.
La carta forma parte de 113 documentos tomados por las fuerzas especiales estadounidenses en el asalto de mayo de 2011, cuando el terrorista fue abatido, y ha sido descrita por oficiales de Inteligencia como la que sería su última voluntad.
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