Países nórdicos rompen la tradición e imponen controles fronterizos

BRUSELAS, (apro).- Los países nórdicos, considerados en el pasado de los más abiertos del mundo para acoger a los demandantes de asilo, implementan duras medidas antiinmigración con el objetivo de frenar la llegada masiva de refugiados, principalmente sirios.

El año pasado, casi un millón de migrantes –la mayoría refugiados–, ingresaron a territorio europeo cruzando el Mar Mediterráneo, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones. El fenómeno representó “el mayor flujo migratorio (hacia Europa) desde la Segunda Guerra Mundial”. Otros tres mil 692 migrantes murieron o desaparecieron en el mar en similar periodo, según la misma fuente.



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