Beatriz Lecumberri
JERUSALEN, 28 de marzo (apro).- Para sectores radicales de la sociedad israelí la temible palabra “boicot” representa sólo una estéril campaña de propaganda antisemita, mientras que en círculos más moderados se percibe como una amenaza real que pondría en la cuerda floja las finanzas y la imagen del país.
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