CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En su lucha por sobrevivir, las editoriales han incrementado su opción digital. Consultada por Proceso sobre 2020, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana proporcionó datos muy duros. El 2 de febrero hizo un llamado en defensa de la lectura, del libro y de su venta como necesidad indispensable en el país “con y sin pandemia”, y en carta abierta al presidente pidió reconocer a las librerías como esenciales. Sobre ello hablaron también el grupo Penguin Random House, con su innovación en e-book (Instant Books), y la editorial de la UNAM, cuyo uso del internet permitió mantener vivo su catálogo.
Obligada a la digitalización por el cierre de librerías y puntos de venta físicos en 2020, la industria editorial mexicana se vio precisada a ofrecer sus productos a través de las pantallas. Pero el libro electrónico (e-book) representó en 2020 apenas 4% de facturación anual respecto al libro impreso.
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