CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Mientras estaban velando a Kevin Adrián “L”, de 14 años, cuyo cuerpo fue encontrado el 18 de enero con un balazo en la cabeza, sus padres quisieron verlo por última vez, pero al abrir el féretro se dieron cuenta de que no era el cuerpo de su hijo.
El caso provocó varias versiones tanto del vocero de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua, Óscar Márquez, como de la funeraria “Ríos” y de los familiares del menor, quienes fueron este martes al Servicio Médico Forense (Semefo) a protestar y exigir la entrega del cuerpo.
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