MÉXICO, D.F., (apro).- El mundo está lleno de productos piratas. Hay bolsas para mujeres que son imitación de algunas que cuestan muchísimo más dinero que lo que pueden meter en ellas. Hay relojes de imitación de los más caros, como los Rolex, que al verlos dan el “gatazo” de ser originales pero que finalmente, se estropean a las primeras de cambio y que desde luego no tienen ni la calidad, ni los materiales, ni nada parecido a lo que da la firma suiza.
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