CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un líder sindical del añejo corporativismo priista, salamero y acomodaticio con el gobernante en turno. Hombres del sistema que desde el sector privado han amasado ingentes fortunas al amparo del poder político, ese pletórico escenario de favores recíprocos. La esfera de quienes, con la acumulación privada de dinero público, garantizan la riqueza de generaciones… frente a un pueblo miserable de todos los tiempos.
¿Qué son los ciudadanos promedio? Contadores de restos después de impuestos; seres de famélicas nóminas; mujeres y hombres que con trabajo diario subsisten ante las campañas gubernamentales y los linchamientos mediáticos empresariales que les reclaman y anulan sus derechos sociales, aniquilan pensiones, guerrean con su “informalidad”.
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