Paraíso para mercenarios

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Gabriela Dávila Huerta –detenida el 11 de noviembre de 2011 por participar en un plan para introducir ilegalmente a México a Saadi Gadafi, hijo del exdictador libio Muamar Gadafi– aparece como directora de tres compañías offshore representadas por Mossack Fonseca.
Más aún, los ejecutivos de este despacho –que se precian de investigar la honorabilidad de sus clientes– tardaron 10 meses en detectar que Dávila tenía problemas con la justicia y cuatro meses más en dar por terminada su relación con esas empresas.


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