CIUDAD DE MEXICO (proceso).- Los paraísos fiscales y bancarios enriquecen a una porción ínfima de la humanidad y despojan a los Estados de entre 100 mil millones y 240 mil millones de dólares cada año, agravan la desigualdad y fomentan las actividades criminales. Sus beneficios para la población son nulos, en comparación con los daños que provocan. Deben desaparecer.
Tales son los planteamientos de dos informes que se basan en los datos revelados por Panamá Papers y BahamasLeaks, las dos investigaciones globales que coordinó este año el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), en las cuales participó Proceso.
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