MEXICO, DF (apro).- Siento furia y pesar, enojo y tristeza, rabia y compasión, igual que hace 15 años en Estados Unidos, una guerra que vi en vivo y que, como ahora en París, es tan irracional como repugnante.
Otra vez, como desde el inicio de la historia, la sangre de muchos es negocio de unos pocos.
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