México, D.F., 11 de julio (proceso).- De un plumazo, Enrique Peña Nieto echó abajo el decreto presidencial de 1952 que dio certeza jurídica y posesión sobre sus tierras a indígenas otomíes de San Francisco Xochicuautla, Estado de México, a fin de expropiar la zona en beneficio de su contratista favorito, Juan Armando Hinojosa Cantú, para que éste construya la autopista privada Toluca-Naucalpan.
El jueves 9 Peña Nieto firmó el decreto mediante el cual, con el argumento de “utilidad pública” y la necesidad de “facilitar el transporte” entre el Valle de México y el Distrito Federal, expropió 38 hectáreas de agostadero y de uso común a la comunidad de Xochicuautla. A cambio pretende entregar un total de 10 millones 850 mil 440 pesos “a quienes legítimamente” demuestren ser comuneros.
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