CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En menos de 20 segundos, Enrique Peña Nieto se lanzó hasta el fondo de la fosa de clavados cuando el conductor del noticiero de Televisa, Joaquín López Dóriga, le preguntó sobre el reciente escándalo del departamento rosa de su esposa Angélica Rivera, en Miami, y el pago de casi 30 mil dólares de impuesto predial realizado por el empresario Ricardo Pierdant.
Peña Nieto ya había dicho, indignado, que la nota de Tne Guardian era “una calumnia” y que “es completamente falso que mi esposa tenga otra propiedad en Miami”. Sin embargo, no resistió la tentación de hacer la siguiente explicación en sus declaraciones televisadas el lunes 15:
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí