CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Son muy malas las comparaciones, más cuando se trata de vidas humanas, pero para tener una idea, en este tiempo, en estos dos meses y medio, lamentablemente han perdido la vida cerca de cinco mil mexicanos —han sido asesinados—, y de esos cinco mil, cinco periodistas”, declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador en “la mañanera” del viernes 11 en referencia a la resolución del Parlamento Europeo sobre la violencia que sufren los periodistas y defensores de derechos humanos en el país.
En efecto, la comparación es muy mala. Y lo es debido a que desde esa óptica es fácil caer en preguntas como estas: ¿Por qué tanto escándalo por cinco periodistas muertos en comparación con los 5 mil ciudadanos que han sido asesinados? ¿Por qué los casos de esos cinco periodistas deben tener atención especial respecto de los demás? ¿Acaso esos cinco muertos valen más que el resto? ¿Por qué exigen tal privilegio?
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