CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A dos semanas de los comicios, la candidata a la gubernatura de Chihuahua por la coalición PAN-PRD, María Eugenia Campos, quien enfrenta un juicio por corrupción en el llamado caso de la ‘nómina secreta’, decidió jugar su última carta al presentar ante la prensa y no ante los tribunales pruebas grafoscópicas que, según ella, demuestran que las firmas que aparecen en los recibos son falsas.
Con esto, la alcaldesa con licencia de la ciudad de Chihuahua -quien estuvo acompañada de exprocuradores de diversas entidades del país, empresarios y un par de peritos en grafoscopía- pretende limpiar su nombre, luego de que principios de abril fuera vinculada a proceso por el delito de cohecho pasivo por recibir más de 9 millones de pesos del exgobernador César Duarte Jáquez (2010-2016) y aun así el INE mantuvo firme su registro.
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