MONTERREY, N. L. (apro).- La crisis política que se vivió en Nuevo León con dos gobernadores de posiciones políticas opuestas descubrió supuestos intereses de sobornos y chantajes de Movimiento Ciudadano y PRI y PAN, aliados en el congreso local.
Al regresar el domingo a su puesto de gobernador constitucional, Samuel García acusó a azules y tricolores de buscar chantajearlo, para permitirle dejar en el puesto al secretario general de Gobierno, Javier Navarro Velasco.
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