GUADALAJARA, Jal. (apro).- La comunidad wixárika de la zona norte de Jalisco no sólo debe lidiar con los “levantones” cotidianos de jóvenes por parte del narcotráfico, sino que ahora vive con el temor de contagiarse de covid-19, y de quedarse sin alimentos por el incremento de asaltos a los proveedores, por lo que piden la presencia permanente de la Guardia Nacional.
El asesor jurídico en materia penal en Colotlán, Enrique Godínez, quien tiene comunicación constante con la comunidad wixárika, detalló que “ante la falta de garantías y seguridad”, los jóvenes son privados de su libertad para obligarlos a la siembra de droga.
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