Poder de poderes

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La tradición política republicana en México es el predominio avasallador del Poder Ejecutivo sobre todo otro órgano del Estado. Algunos agudos problemas llevaron al asesinato del presidente de la República, pero sólo para entronizar a otro. También tuvimos presidentes títeres, pero lo fueron de un expresidente en funciones de jefatura máxima.
Es a esto a lo que se refiere Andrés Manuel López Obrador cuando renuncia a esa herencia en su discurso en el Tribunal Electoral. Más eso no significa que el sistema político de la Constitución consigne la existencia de una “separación” de poderes y ni siquiera se habla ahí de “contrapesos” y otras expresiones que corresponden más bien al lenguaje coloquial.


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