MÉXICO, D.F., 3 de marzo (proceso).- La fuga de El Coqueto (el violador y asesino serial de siete mujeres) y los tres policías que supuestamente lo custodiaban ha desatado todo tipo de exigencias, desde quienes piden la renuncia del procurador del Estado de México hasta quienes proponen cadena perpetua para los policías, si es que los encuentran. “Hay que tener mano dura y poner el ejemplo a los demás policías”, me dice un abogado. Cuando inquiero si existe la posibilidad de que, cuando los detengan, los inscriban en algún programa de rehabilitación, recibo como respuesta una mirada estupefacta y una carcajada. “¿Rehabilitarlos”… ¡Ja, ja, ja!…”.
Mucho hay que comentar sobre el caso, pero me intriga qué provocó la fuga de esos tres policías, ¿negligencia o corrupción” No tengo elementos para desentrañar el sentido de su desaparición, pero considero que su acto muestra cómo ellos mismos se han aplicado violencia al quedarse sin trabajo y ponerse en la mira de la justicia. ¿Cómo interpretar esto”
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