CIUDAD DE MÉXICO (apro). – El turismo desordenado y la falta de tratamiento de aguas residuales están transformando los siete colores de la Laguna de Bacalar en una coloración verdosa y café, advirtió Luisa Falcón Álvarez, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con la experta, quien estudia con su equipo el sitio desde hace década y media, los asentamientos humanos no planificados que no cuentan con un tratamiento de aguas residuales, el aumento de residuos como la materia orgánica humana que se registra en la laguna, los basureros a cielo abierto y los fertilizantes utilizados en cultivos de la región, son los principales responsables de su deterioro.
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