“Predicciones modernas”

BUZÓN DE APÓCRIFOS / CIUDAD DE MEXICO (apro).- Apreciado lector: en anterior carta a este buzón, servidor admitió que la llamada en la actualidad perspectiva o futurología la veía como un arte, o una disciplina que persigue descubrir el porvenir pero que, igualmente, puede ser una ciencia cuando, para predecir un hecho futuro, se apoya en uno o más indicios ya conocidos: la presente intenta explicar ese mi pensar.

Por necesidad, tendré que hacer a un lado los ritos mágicos e incluso sacrificios humanos que hacían los brujos de las primitivas tribus con los que se intentaba saber que había qué hacer para remontar hechos que afectaban negativamente o bien para propiciar que continuaran si esos hechos beneficiaban a la comunidad; igualmente prescindiré de las profecías consignadas en la Biblia, las atribuidas a San Malaquías, Nostradamus o Cagliostro, consideradas todas ellas como las más ciertas y dignas de tomarse en cuenta por unos, y tan cuestionadas por otros. Tampoco tomaré en cuenta las adivinaciones de los oráculos de las antiguas Grecia y Roma (Delos, Epiro, Olimpia, Cumas, Marte y Fauno) en las que pitonisas, sibilas y sacerdotes de esos centros dizque entraban en trance (o sea que se ponían en unión mística con sus dioses), para así conocer la voluntad de los mismos y el mejor medio para cumplir con esas voluntades; por necesidad, asimismo, nada más me limitaré a nombrar a algunos de los otros medios de predecir el futuro, como lo son la astrología y sus horóscopos, la nigromancia, la cartomancia, la que lo intenta a partir de pormenores meteorológicos o los sueños, pues todos esos medios, si tratara de exponerlos y como interpretarlos harían larga en demasía la presente.



Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí