MÉXICO, D.F., 11 de agosto (apro).- A sus casi 46 años de vida, la columna vertebral del transporte público de esta ciudad, el Metro, arrastra una serie de problemas técnicos, tecnológicos y financieros imposibles de solucionar en el corto plazo.
Trenes con 45 años de antigüedad, instalaciones con tecnología obsoleta, escasez de presupuesto, estaciones con riesgo de inundaciones, fallas en los sistemas eléctricos y de vías, comercio informal, delincuencia y un “profundo” proceso de deterioro en su infraestructura civil.
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