CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Vaticano emitió nuevas normas que prohíben que las cenizas de los católicos que desean ser cremados no pueden ser esparcidas, divididas ni conservadas en la casa, echadas al mar o usarlas para confeccionar recuerdos, sino que deben ser guardadas en un lugar aprobado por la iglesia y consagrado.
El documento, elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe que preside el Cardenal Gerhard Müller, insiste en que es preferible el entierro, pero expresa las normas para conservar las cenizas del número creciente de católicos que prefieren la cremación.
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