MÉXICO, D.F., 17 de septiembre (proceso).- ¿Cuándo llegó el psicoanálisis a México, quiénes lo trajeron, cómo se fue estructurando un campo de prácticas y saberes psicoanalíticos en nuestro país, qué nos aporta en la actualidad” El próximo sábado 24 se realizará un encuentro alrededor de la historia del psicoanálisis en México, su pasado, presente y futuro. Al comentar con algunas personas sobre esta reunión, encontré que muchas consideran que el psicoanálisis es un lujo de señoras histéricas (¿como yo”) y que no sirve para enfrentar la problemática contemporánea.
Aunque no es la primera vez que escucho a gente de izquierda escéptica ante el tipo de conocimiento de la condición humana que plantea el psicoanálisis, me sigue sorprendiendo constatar los prejuicios que circulan al respecto. El psicoanálisis ha desarrollado ciertos conceptos, derivados de la experiencia clínica, que sirven para comprender cómo nos constituimos como mujeres u hombres. Los seres humanos recorren un trayecto a lo largo de su proceso de estructuración psíquica y de adquisición de la identidad, y el psicoanálisis se dedica a estudiarlo a fondo. Así, no sólo ha logrado ofrecer un tratamiento atractivo a las personas neuróticas, a quienes la terapia les permite limitar su sufrimiento destructivo, sino que además ha aportado intelectualmente a la comprensión de la conducta humana.
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