CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- No tiene nada de malo cenar en casa de un amigo, pero cuando ese amigo pone la mesa para reunir al presidente de México con el super embajador de Estados Unidos, entonces el hecho despierta un significado cargado de relevancia.
La cena entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Jared Kushner en casa de Bernardo Gómez, principal directivo de la empresa Televisa, desentona en más de un sentido con la narrativa general del discurso sostenido durante años por el mandatario.
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