CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Marco Verde está a punto de cumplir el sueño que ha llevado en su corazón desde la infancia: competir en los Juegos Olímpicos tal como lo hizo su padre, Manuel Verde, en Barcelona 92. Ahora, en París 2024, no sólo busca crear su propia historia, sino también rendirle un homenaje al legado de su familia en el mundo del boxeo.
El pugilista de 22 años carga con el peso de conseguir la gloria familiar, también con el de regresar al boxeo mexicano a figurar en el podio olímpico. Este deporte es el segundo que más preseas le ha dado al país en los Juegos Olímpicos con 13 desde que en Los Ángeles 1932 Francisco Cabañas ganó una plata en peso mosca. Pero en los últimos 24 años México sólo ha conseguido los bronces de Christian Bejarano en Sidney 2000 y de Misael Rodríguez en Río 2016.
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